sábado, 14 de enero de 2017

Los veteranos

La franja etaria más veterana que recala en el kiosco es fundamental, desde mi punto de vista, ya que yo no pertenezco al barrio.  No nací ni vivo ahí, y las casualidades de la vida laboral me llevaron a un glorioso y fantástico barrio montevideano.
La suerte estuvo de mi lado y sigue hasta hoy, entrado el 2017.

El otro día, sin ir mas lejos, estuve "indagando" con un amigo con respecto a la historia de la parte comercial de la zona, ya que ese tipo vive ahí desde toda la vida y salió de casualidad el recuerdo de, por ejemplo, la cantidad impresionante de boliches que había por la avenida.
Dice que en una esquina había cuatro...
Alucinante...
Los boliches son la base de la idiosincrasia del montevideano, sin lugar a dudas.  Se discutía de todo.  Actualmente no es lo mismo, se sabe, pero algo queda...

Había otro habitué que contaba de la época de los cines.  Trabajó en varios.  La verdad que eso sí que es algo que no me lo imagino.  Por lo menos unos diez cines en pocas cuadras.
Nostalgia pura...

Cuando me cuentan historias de muchos años atrás, esas que bien vale la pena escuchar, pero que a veces dudo de su veracidad, sobretodo por la posible poca lucidez actual de quien la cuenta, la "compruebo" porque tengo un especial recuerdo de esas anécdotas y como generalmente me las vuelven a contar al tiempo, si me la narran de la misma manera, es fija que es verdad, y si le encuentro alguna diferencia grande, lo corrijo y ahí veo si en su relato hay cosas que no coinciden con su "primera versión".  Son tácticas.

Un viejo amigo, hincha de Peñarol, fue sucesiva y dramáticamente perdiendo la memoria.
Mal.
Cada vez más mal.
Pero escuché en sus tiempos de normalidad mental, muchas historias de esas que valen la pena.  De todo tipo.
No me voy a detener en ninguna en particular, pero sí en algo que no pudo nunca olvidar, aunque su mente estaba irremediablemente inútil.
Y me refiero a algo que en la actualidad es impensado y era decir de memoria y casi como un poema  la formación de grandes equipos de fútbol de antaño.
El mas recordado, el que realmente le movía el piso, el que nunca más volvió a existir algo parecido, era el famoso campeón de todo de la década del 60'.
 El Peñarol mas fantástico de la historia.  Ese que mi amigo, con lágrimas en los ojos mencionaba como si fuera algo que le devolvía el alma al cuerpo.
Esa delantera que tanta gloria le dio.

¡¡¡Abbadie, Rocha, Silva, Spencer y Joya!!!

Yo quedaba sin habla...  Lo que me perdí, atinaba a decir...

Pero cuidado, no solo el aurinegro estaba en su escuálido recuerdo.  Nacional, el rival de todas las horas, el otro gran glorioso de nuestro fantástico fútbol era también otro punto de lucidez final.
Por ejemplo: Castro, Ciocca, Atilio García, Porta y Zapirain.
Tremendo.
Había que respetar, sin dudas.

En fin, supongo que la memoria de esta gente hace a la historia misma de esa barriada fantástica.

Gracias por todo, muchachos.