martes, 6 de mayo de 2014

Vendedores

El viajar en el ómnibus durante años y años te hace conocer de memoria a todos los choferes, guardas y todos los pasajeros...  En serio.

Pero también te da la oportunidad de conocer a los vendedores ambulantes del transporte colectivo.
Y es un capítulo aparte.

Están los artistas, que pueden ser cantantes, músicos, actores...
Los vendedores de todo.  Esos que cargan desde un enhebrador, pasando por cientos de golosinas, hasta un juego de destornilladores de precisión.  Todo por la módica suma de quince pesos.  No se como hacen pero sin titubear te enumeran uno a uno los artículos de su bazar ambulante.
Realmente admirable.

Como también están los expertos vendedores.  Con esos me saco el sombrero.
 Me acuerdo de uno que en mi viaje de una hora, me hacía hacer mas llevadero el traslado a mi hogar.  Vendía un producto de limpieza, que limpiaba todo.  Pero todo, eh?.
Y lo demostraba en vivo y en directo.  Con su camisa.  Le aplicaba distintas suciedades y la limpiaba mágicamente con su producto.  Incluso, le pasaba la grasa de las bisagras de la puerta del bondi.  Un fenómeno de verdad.

En el kiosco paraba un vendedor de los expertos.  Tal vez el mejor que vi.  Ahora va poco, pero lo sigo viendo.
Pero lo mejor era verlo en acción.  Te convencía totalmente.  Lo que él vende es insuperable.  El rey del marketing.
Un verdadero profesional de la descripción del producto.
Por ejemplo: si el rubro a vender era una lapicera, su actuación podía dejar perplejo a cualquier elenco teatral que se precie de tal.

¡Y arrancaba la "exposición"!...

-Damas y caballeros que viajan en este medio de transporte, con el permiso del personal del coche, les voy a ofrecer un producto que, dado su precio, va a ser difícil que se pueda igualar.  Traigo conmigo una lapicera.  Pero no cualquier lapicera...

Y ahí comenzaba el desarrollo cuasi científico de las bondades de la birome...

-Se trata de un artículo elaborado con un material ultraliviano, antideslizante, moderno, con colores pensados para cada ocasión.  Cuerpo anatómico, cartucho de magnesio recargable, tinta indeleble absolutamente inalterable, punta retráctil que, gracias a un exclusivo sistema de resorte comprimido, hecho de un material secreto, nos proporciona una maravillosa sensación de placer a la hora de escribir.  Porque, por si todo esto fuera poco, la punta, fabricada en tungsteno, brinda un trazo de una belleza sorprendente.    Me animo a decir que si hablamos de relación calidad-precio, no hay quien se arrime siquiera a una oferta similar.

Y me quedé corto con el ejemplo, no tengan duda.
Después de una cosa así, te cambia el día completamente...  Para bien, aunque parezca mentira.
Fantástico.

Una vez pasó por el kiosco y se ve que andaba en mala racha.  Vendía alfajores...  Malos... 

El tipo andaba con hambre y empezó a "almorzar" ahí nomás...  Sí, los alfajores.

-¿Cómo andás?, le pregunto rutinaria y fugazmente.
-Acá andamo', ¿qué querés que te diga?.. Tendría que estar laburando, pero tengo hambre y me estoy comiendo la "mercadería"...
 Siguió masticando un buen rato.  No quiero ser temerario, pero se consumió cerca de una docenita del producto.

La dejé por esa...

Me hizo acordar de aquella vez que, colecta mediante, le hicieron comer a un amigo de por ahí la friolera de dieciocho alfajores.  No miento.  Fue ante escribano público.

Lo bueno fue que al final remató la faena con un Uvasal.  Hombre prevenido vale por dos.