martes, 18 de febrero de 2014

Medios de locomoción



El kiosco está ubicado en un populoso barrio de Montevideo, en una de sus principales avenidas, que a su vez conecta con una ruta nacional.  Es lógico que circulan muchos vehículos.  Decenas de líneas de ómnibus, miles de autos y miles de motos.
Cuando Uruguay enfrentó la crisis (otra) por allá por el 2002 y por varios años, se dio un fenómeno tremendo en cuanto a la locomoción.  Las motos no habían tomado un protagonismo tan grande como ahora (funcionan a nafta), y sí se veían miles de vehículos a tracción a sangre: llámese bicicletas, sin mencionar los carros tirados por caballos, de clasificadores de basura.

Recuerdo haberme puesto a contar las bicicletas que pasaban sólo hacia el centro, a eso de las 6 de la mañana. 
Nada de pagar boleto, la plata no daba ni para eso...
No me acuerdo bien el resultado, porque como dije, fue en plena crisis, hace más de diez años.
Pero sí recuerdo que probé contar por cinco minutos y me dio una cifra difícil de creer.
Escandalosa.  Si la multiplicamos nos hubiese dado una cifra de cinco dígitos... ¡en un sólo día!

Pero como de locomociones estamos hablando, también ha pasado que de casualidad, uno ve cosas insólitas en esos pocos segundos que se puede ver un vehículo en movimiento.

Por ejemplo, se pueden observar postales irrepetibles, como la bicicleta con parlantes a todo trapo y todo tipo de adornos, o el tipo que va con dos monos en bici, también, o algo jodido también, como aquella vez (me quedó grabado y hace años) que vi en pleno día, y parado en el semáforo, como un fulano que iba manejando su auto golpeaba a su mujer, supongo que en medio de una discusión sobre ruedas...
 Incluso, no me olvido más de aquel tipo que iba en una camioneta escuchando música y con los palos de una batería llevando el ritmo.  Con un palo le pegaba a la parte de arriba de la guantera y con otro al volante.  Y bailaba también...
Nunca visto.  Realmente insólito.
El paso de las hinchadas de los cuadros grandes al estadio, en los ómnibus, merece un capítulo aparte.
Espectáculo dantesco, si los hay...

Es evidente que día a día, el Pueblo entero pasa frente al kiosco sobre ruedas.

Y hablando de bicicletas y de crisis, me acordé de ésto...